La prevalencia y el pronóstico de los pacientes con cáncer que tienen un síndrome coronario agudo no es bien conocida. El proyecto BleeMACS es un registro multicéntrico observacional que incluyó a pacientes con un síndrome coronario agudo sometidos a intervencionismo percutáneo en 15 hospitales de todo el mundo.
El objetivo principal fue un evento combinado de muerte-reinfarto después de un año de seguimiento. Los sangrados fueron el objetivo secundario. Un total de 15.401 pacientes fueron incluidos en el registro, de los cuales 926 (6,4%) tenían cáncer y 14.475 (93,6%) estaban libres de enfermedad tumoral.
Los pacientes con cáncer eran más ancianos (70,8 ± 10,3 frente a 62,8 ± 12,1 años; p < 0,001), tenían más comorbilidades y con mayor frecuencia presentaron un infarto agudo de miocardio sin elevación del segmento ST en comparación con los que no tenían cáncer. Después de un año, los pacientes con cáncer presentaron más frecuentemente el evento combinado (15,2% frente al 5,3%; p < 0,001) y sangrados (6,5% frente al 3%; p < 0,001). En el análisis multivariante, la presencia de cáncer fue el predictor más potente del endpoint combinado primario (hazard ratio (HR) 2,1; 1,8-2,5; p < 0,001) y de sangrado (HR 1,5; 1,1-2,1; p = 0,015). A pesar de que los pacientes con cáncer generalmente estaban infratratados, los betabloqueantes (riesgo relativo (RR) 0,6; 0,4-0,9; p = 0,05), los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina/antagonistas de los receptores de angiotensina II (RR 0,5; 0,3-0,8; p = 0,02), las estatinas (RR 0,3; 0,2-0,5; p < 0,001) y la doble antiagregación (RR 0,5; 0,3-0,9; p = 0,05) demostraron ser factores protectores, mientras que los inhibidores de la bomba de protones (RR 1; 0,6-1,5; p = 0,9) resultaron neutros.
El cáncer tiene una prevalencia que no es despreciable en pacientes con síndrome coronario agudo que se someten a intervencionismo percutáneo, con un mayor riesgo de eventos cardiovasculares y de sangrado. Además, estos pacientes a menudo son infratratados a pesar de que el tratamiento médico/percutáneo es protector de eventos y complicaciones.
Comentario
Las enfermedades cardiovasculares y el cáncer son las principales causas de mortalidad en los países occidentales. Existen datos recientes que describen un mayor riesgo de cáncer en los pacientes con enfermedad coronaria. Igualmente, los pacientes con cáncer tienen más probabilidades de tener cardiopatía isquémica. Desde el punto de vista fisiopatológico, ambos procesos comparten factores de riesgo comunes, como el tabaquismo, la contaminación o la dieta. Además, los tratamientos quimioterápicos tienen un importante efecto colateral de cardiotoxicidad, y la radioterapia sobre el tórax conduce a un estado protrombótico.
El tratamiento en los pacientes con cáncer que presentan un infarto agudo de miocardio es complejo, debido a la escasez de evidencia científica. Existen algunas experiencias antiguas que analizaron la efectividad de la cirugía de revascularización y finalmente desaconsejaron este abordaje por la posibilidad de diseminación tumoral hematógena debido a la circulación extracorpórea.
El estudio que comentamos hoy aporta información interesante sobre el perfil clínico, el pronóstico y la eficacia del tratamiento estándar del síndrome coronario agudo en pacientes con cáncer. La prevalencia de cáncer en pacientes con síndrome coronario agudo no es desdeñable, aunque la presentación como síndrome coronario agudo sin elevación del ST es más común. Este hecho está favorecido por una mayor prevalencia de diabetes, edad avanzada, enfermedad renal crónica, cerebrovascular y enfermedad arterial periférica en pacientes con cáncer. El riesgo de eventos isquémicos y hemorrágicos es elevado, pero el tratamiento antiagregante no parece ser perjudicial. Aunque el implante de stents farmacoactivos no tiene impacto en el pronóstico, la angioplastia con balón exclusiva sí tuvo repercusiones negativas. La revascularización completa es menos frecuente en pacientes con cáncer. Dada la mayor probabilidad de sangrado, un aspecto importante es la duración de la doble terapia antiagregante (que en este registro fue un factor protector), aunque no hay estudios que analicen este punto. Los nuevos antiagregantes plaquetarios potentes podrían ser menos seguros y hay pocos datos en pacientes de estas características.
Entre las limitaciones del registro destaca que no se recogió información sobre el tipo de cáncer, el tratamiento o el estadio tumoral. Se necesitan más estudios que analicen estos puntos de incertidumbre en pacientes con cáncer que presentan enfermedad coronaria. Cada caso debe de individualizarse cuidadosamente debido a la gran variabilidad.
Referencia
- Iannaccone M, D'Ascenzo F, Vadalà P, Wilton SB, Noussan P, Colombo F, Raposeiras Roubín S, Abu Assi E, González-Juanatey JR, Simao Henriques JP, Saucedo J, Kikkert WJ, Nuñez-Gil I, Ariza-Sole A, Song XT, Alexopoulos D, Liebetrau C, Kawaji T, Moretti C, Garbo R, Huczek Z, Nie SP, Fujii T, Correia LC, Kawashiri MA, García Acuña JM, Southern D, Alfonso E, Terol B, Garay A, Zhang D, Chen Y, Xanthopoulou I, Osman N, Möllmann H, Shiomi H, Giordana F, Kowara M, Filipiak K, Wang X, Yan Y, Fan JY, Ikari Y, Nakahashi T, Sakata K, Gaita F, Yamagishi M, Kalpak O, Kedev S.
- Eur Heart J Acute Cardiovasc Care. 2018 Oct;7(7):631-638.