Revisión sistemática y metaanálisis que resume la utilidad de los biomarcadores cardiacos troponina y péptidos natriuréticos (PN) en la predicción de disfunción sistólica asociada a tratamiento antitumoral en pacientes con cáncer.
El análisis incluyó estudios en pacientes adultos sometidos a tratamiento oncológico que incluyeran la realización de troponinas ultrasensibles I o T y/o PN: péptido natriurético cerebral (BNP) o fracción N-terminal del propéptido natriurético de tipo B (NT-proBNP). Se analizó la correlación de estos biomarcadores con la detección de disfunción sistólica evaluada mediante ecocardiografía, resonancia magnética cardiaca o ventriculografía isotópica.
Se incluyeron 61 estudios con un total de 5.691 pacientes y un seguimiento mediano de 6 meses. La neoplasia más frecuente fue el cáncer de mama en un 43% de los pacientes estudiados, y los tratamientos antitumorales más frecuentemente recibidos fueron las antraciclinas y los inhibidores del factor de crecimiento epidérmico humano 2 (HER2).
Respecto a las troponinas, se encontraron elevadas en un 21,4% de los pacientes. Sus niveles se objetivaron significativamente incrementados durante el tratamiento respecto a los niveles basales, especialmente en pacientes tratados con antraciclinas. La elevación de troponinas se asoció a un incremento de riesgo de disfunción ventricular izquierda (VI) (odds ratio [OR] 11,9; intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 4,4-32,1) en enfermos bajo terapia con antraciclinas y/o inhibidores HER2, con un aumento de riesgo más pronunciado tras dosis altas de antraciclinas (OR 97,9; IC 95%: 52,2-183,3).
En cuanto a los PN, también se encontraron significativamente elevados respecto a los niveles basales durante el tratamiento antitumoral, sobre todo en el caso de las antraciclinas. Sin embargo, no se encontró una asociación consistente entre el aumento de PN y la predicción de disfunción VI (OR 1,7; IC 95%: 0,7-4,2).
Por último, se analizó el efecto de la terapia protectora con betabloqueantes, inhibidores enzima convertidora angiotensina (IECA) o antagonistas de los receptores de la angiotensina II (ARA-II) en los niveles de los biomarcadores.
La terapia cardioprotectora se asoció con una disminución de troponinas (OR 4,1; IC 95%: 1,7-9,8), que fue más pronunciada con los fármacos IECA/ARA-II que con betabloqueantes. El efecto de los fármacos en los niveles de PN no pudo analizarse debido a que solo se disponía de un estudio que analizara esta variable.
Los autores concluyen que las troponinas y los PN pueden aumentar significativamente durante el tratamiento contra el cáncer. El incremento de troponinas se asocia a un aumento de riesgo de disfunción VI asociada a cardiotóxicos y la terapia cardioprotectora disminuye los niveles de este biomarcador. Por el contrario, la evidencia actual no respalda consistentemente la utilidad de los PN en la predicción de cardiotoxicidad por tratamiento antitumoral.
Comentario
Las complicaciones cardiovasculares derivadas de los tratamientos oncológicos son un problema clínico creciente. La reversibilidad del daño miocárdico en fases precoces ha despertado el interés desde un enfoque de la prevención, monitorización e instauración de un tratamiento precoz. La disminución de la fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI) y el desarrollo de insuficiencia cardiaca (IC) son eventos tardíos y con mal pronóstico, por lo que la detección de cardiotoxicidad en fases tempranas es fundamental.
Los biomarcadores séricos constituyen una herramienta prometedora en la detección precoz de cardiotoxicidad inducida por quimioterápicos. Su alteración en muchas ocasiones precede al desarrollo de síntomas y de disfunción ventricular detectada mediante técnicas de imagen. Los biomarcadores séricos ofrecen una serie de ventajas como herramientas diagnósticas: se trata de herramientas sensibles, con alto valor predictivo negativo, identifican daño cardiaco en etapas precoces y a tiempo real, posibilitan la vigilancia de una población amplia de pacientes con un consumo de recursos relativamente bajo y aportan valor pronóstico cardiovascular.
El presente metaánalisis refuerza el papel de la troponina en la predicción de cardiotoxicidad en pacientes con cáncer. Se trata de una herramienta ideal para el cribado previo a la realización de una prueba de imagen y se encuentra incorporada en los algoritmos diagnósticos de las guías de práctica clínica para la detección de cardiotoxicidad en pacientes que reciben tratamiento antitumoral. Desafortunadamente, en la actualidad se desconocen los puntos de corte de las diferentes troponinas para predecir la cardiotoxicidad. La variedad de procesos oncológicos, terapias y dosis probablemente dificulten el establecimiento de un punto de corte. Por otra parte, es necesario el desarrollo de estudios con tiempo de seguimiento más largo que analicen la asociación de este biomarcador con eventos cardiovasculares y mortalidad.
En cuando a los PN, su papel es en campo de la cardio-oncología está menos definido que en el caso de las troponinas. En el presente metaanálisis no se encontró una asociación consistente entre su aumento y el desarrollo de cardiotoxicidad definida como disfunción VI. La evidencia en este caso es más limitada, con un menor número de estudios y de pacientes incluidos para el análisis. Estos biomarcadores probablemente se relacionen más con la presencia de IC, independientemente de la FEVI, por lo que podrían aportar un valor pronóstico más que para el diagnóstico de cardiotoxicidad. Se requieren estudios que analicen el papel de los PN en la predicción de disfunción ventricular asociada a cardiotóxicos, pero también en el desarrollo de eventos clínicos como IC o mortalidad.
Se necesitan recomendaciones estandarizadas y sistemáticas para la utilización de biomarcadores cardiacos en pacientes oncológicos.
Referencia
- Lars Michel, Raluca I Mincu, Amir A Mahabadi, Stephan Settelmeier, Fadi Al-Rashid, Tienush Rassaf, Matthias Totzeck.
- Eur J Heart Fail. 2020 Feb;22(2):350-361. doi: 10.1002/ejhf.1631. Epub 2019 Nov 12.