Actualmente la ecocardiografía se ha convertido en la técnica de elección para el abordaje diagnóstico y pronóstico de la mayoría de problemas cardiovasculares. De hecho, los laboratorios de imagen cardiaca de nuestro país funcionan como servicios centrales, dando cobertura no sólo a los pacientes derivados desde cardiología sino al resto de servicios implicados en el manejo de pacientes con enfermedades cardiacas.
Cada año aumenta la demanda de estudios ecocardiográficos por parte de los profesionales, sin embargo, no todas las solicitudes se pueden atender de forma precoz por la saturación asistencial de las unidades de imagen cardiaca. Este problema genera listas de espera que son, muchas veces, inasumibles en una atención de calidad a nuestros pacientes.
En los últimos años, algunos de los centros de nuestro país han incorporado a sus plantillas técnicos especializados en ecocardiografía. De este modo han conseguido mejorar la dinámica de trabajo y reducir las listas de espera. La figura del técnico especialista en ecocardiografía es una práctica habitual en otros países de nuestro entorno, en los que existen diferentes titulaciones que acreditan la formación.
La SEC consciente de la imperiosa necesidad de formación de personal técnico en ecocardiografía, y del importante papel que pueden jugar en el desarrollo de una atención de calidad, decidió hace 10 años establecer un Título Propio (“Máster de Técnico en Ecocardiografía (Sonocardiografista)” para cubrir esta necesidad, en colaboración inicialmente con la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense y actualmente con la Universidad Francisco de Vitoria de Madrid.
En este tiempo se han formado en ecocardiografía en la SEC más de 200 técnicos. Dicha formación les permite trabajar de forma prácticamente autónoma en los laboratorios de imagen, adquiriendo los planos necesarios de un estudio ecocardiográfico y elaborando un informe preliminar que deberá ser supervisado por los facultativos a cargo. Además, los técnicos colaboran en otras tareas de las unidades de imagen como el mantenimiento de los equipos y sistemas de digitalización de imágenes, la docencia a los profesionales que empiezan su formación en imagen cardiaca y colaboran de forma activa en proyectos de investigación. De este modo se optimiza tanto el ritmo de trabajo como la disponibilidad de agendas.
A pesar de todas las ventajas que supone tener un técnico especialista formado en ecocardiografía, en la sanidad pública existe una limitación importante a la hora de gestionar los contratos, puesto que actualmente no es una figura reconocida de forma específica por la administración.
Por todo lo argumentado, desde la SEC y la Sección de Imagen Cardiaca de la SEC queremos posicionarnos a favor de la consolidación del técnico especialista en ecocardiografía como figura imprescindible en las unidades de imagen cardíaca de nuestro país.