Moderadores: Dr. Rafael Peinado y Dr. José Ormaetxe.
Hasta donde llegan los fármacos.
Dr. Juan Delgado.
Tres clases principales de fármacos han demostrado aumentar la supervivencia en la IC: los inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina (IECA), los beta-bloqueantes y los antagonistas de la aldosterona.
El beneficio de los IECA sobre la mortalidad se deriva fundamentalmente del efecto sobre el remodelado ventricular más que de la prevención de la MS, aunque ramipril y trandolapril demostraron una reducción de MS.
Los betabloqueantes han demostrado reducir de forma consistente la muerte por IC progresiva y la MS. Carvedilol, bisoprolol y metoprolol reducen el riesgo relativo de muerte de cualquier causa (34-65%) y de MS. Este beneficio se ha demostrado incluso en IC severa y clase funcional IV.
En cuanto a los antagonistas de la aldosterona, dos grandes estudios han demostrado su beneficio en IC. El estudio RALES evaluó espironolactona en IC avanzada y demostró una reducción del 30% en todas las causas de mortalidad, principalmente por IC progresiva y MS. El estudio EPHESUS mostró los beneficios de la eplerenona en paciente con IAM reciente e IC y demostró una reducción del riesgo relativo de muerte u hospitalización de causa cardiovascular del 13% y de MS del 21%.
Recientemente, se ha comprobado como la introducción de ácidos grasos omega 3 al tratamiento de la IC, aporta un modesto efecto favorable en la supervivencia.
Pero aunque la “modulación” neurohormonal reduce sensiblemente la incidencia de MS arrítmica, no es suficiente. La IC sintomática adecuadamente tratada, conlleva un riesgo de muerte prematura del 20-25% en los primeros 2.5 años tras el diagnóstico. Aproximadamente un 50% de estas muertes prematuras son debidas a MS arrítmica.
El papel del desfibrilador implantable.
Dr. Javier Alzueta.
Resincronización. Presente y futuro.
Dr. Xavier Viñolas.
Una estrategia conjunta de manejo.
Dra. Marisa Crespo Leiro.
Presentado por la Dra. Luisa Pérez.
Discusión.