La insuficiencia cardiaca (IC) es una enfermedad grave, tiene una mortalidad del 50% a los cinco años del diagnóstico. Causa más del 5% de las hospitalizaciones en España y se calcula que consume el 2% del gasto sanitario. La IC representa la tercera causa de ingreso en los hospitales del SNS, tras el parto y los trastornos respiratorios.
En los últimos años se ha avanzado en mejores tratamientos y cuidados que se traducen en un incremento de la supervivencia de la IC, mejoras en la calidad de vida y disminución del número de hospitalizaciones. Para abordar un problema sanitario de tal magnitud y complejidad y trasladar estas mejoras a la población es necesaria la introducción de modelos de organización de la actividad sanitaria que permitan llevar estas mejoras a los pacientes para que les sean útiles. Con este fin han surgido las Unidades de Insuficiencia Cardiaca (UIC) y los programas de atención integrada de pacientes con IC.
Las Unidades de Insuficiencia Cardiaca
Podemos definir una unidad de IC como una unidad asistencial con profesionales sanitarios que ofrecen una asistencia que debe cumplir unos requisitos específicos funcionales, estructurales y organizativos para garantizar la atención en condiciones de calidad, seguridad y eficiencia adecuadas para pacientes con IC. En éstas debe existir un responsable, unos recursos humanos, así como demás elementos estructurales definidos como espacio físico, instrumentos médicos, sistemas de información que permitan la utilización indicadores de proceso y resultados. Estas unidades deben disponer de cartera de servicios y definición de su actuación, sea ésta para atender pacientes con carácter finalista o intermedio, en ocasiones compartido. Una vez solucionado el motivo de su actuación, el paciente pasa a otras unidades o atención primaria que es donde tiene asiento la mayor parte de los pacientes con IC. En España se ha desarrollado la implantación de unidades de IC por iniciativas de los profesionales, especialmente cardiólogos, y existe un amplio espectro en cuanto a dotación y objetivos. De manera muy esquemática podemos decir que unas se nuclearon en torno al trasplante cardiaco, y otras buscaron como principal objetivo la mejora de la atención y la continuidad asistencial en conexión en mayor o menor grado con la atención primaria. Entre estos dos estereotipos existen otras maneras de organizarse dependiendo de circunstancias locales El trabajo de la Dra. Zamora y el Dr. Lupón (1) del año 2007 puso de manifiesto la escasez y poca dotación de personal y demás necesidades de estas unidades y el estudio MOSAIC (Mapa Organización Sanitaria Atención Insuficiencia Cardiaca), cuyos datos tendremos en breve, nos dará una visión más actualizada. En el documento de Estándares y Recomendaciones de las Unidades del Área del Corazón (UAAC) del MSCyPS 2011 se recogen los aspectos estructurales y organizativos y quizás sea un buen punto de partida para dar un nuevo impulso a la atención de la IC en nuestro país.
Y más... Programas de atención integral de la IC
La IC ha estado centrada en los hospitales debido a la necesaria atención de los episodios de descompensación. El cambio que se necesita es pasar de una atención centrada en episodios a otra que garantice la continuidad asistencial. Esto implica la superación por parte de las distintas unidades de los límites estrictos del hospital para integrarse en una red articulada en torno al proceso IC, de manera que garantice un continuum asistencial que abarca el autocuidado, el domicilio del paciente, los recursos sociales y socio sanitarios, atención primaria, y a otros hospitales de distinta complejidad. Las unidades de IC serán sobre las que pivoten estos programas. Estos programas requieren de una participación de los profesionales involucrados de atención especializada y primaria, la enfermería y la administración ejemplos de ellos son PROMICAS (A Coruña), ITERA (Barcelona), PROMIC (Vizcaya), entre otros. Una consideración final importante es la relacionada con el conocimiento y su acreditación. Es probable que haya llegado el momento de la acreditación de Unidades y de los profesionales cardiólogos y enfermeras que se dediquen a estos pacientes. El modelo seguido por otras áreas del conocimiento de la cardiología dentro de la SEC puede servir de guía para este desarrollo.
- Elisabet Zamora y Josep Lupón Rev Esp Cardiol. 2007;60(8):874-7