El Dr. Antoni Bayés Genís se licenció en Medicina por la Universidad Autónoma de Barcelona en 1993. Obtuvo el título de Especialista en Cardiología en el Hospital de Sant Pau en 1997 y el de Doctor en Medicina en 1998. Tras una estancia post-doctoral en la Mayo Clinic and Foundation de dos años (1999-2000), regresó en 2001 al Servicio de Cardiología del Hospital de Sant Pau.
Desde 2010 es el Director del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol y Profesor Titular del Departamento de Medicina de la UAB. En la actualidad es el presidente electo de la Societat Catalana de Cardiologia y ha sido nombrado recientemente como miembro de la Real Academia de Medicina de Catalunya. Ha publicado más de 150 artículos en revistas nacionales e internacionales y ha presentado más de 200 abstracts en congresos nacionales e internacionales.
1. ¿Cómo fue su transición desde la clínica a la investigación básica en la terapia celular y la ingeniería tisular?
Desde joven siempre me gustó la investigación, y en realidad ya en ba- chillerato me escapaba los sábados con amigos a la Facultad de Medicina a realizar los primeros experimentos. Durante la carrera y la residencia tuve poco tiempo disponible y esta inquietud estuvo un poco apagada. Al terminar la residencia realicé un fellowship durante dos años en la Clínica Mayo exclusivamente de investigación básica y translacional. Allí empecé a diseñar experimentos tanto en modelos in vitro como in vivo. Asimismo, aprendí a manejarme en el laboratorio experimental y las técnicas de biología molecular.
2. ¿Cuáles son sus mayores aportaciones científicas en estos campos de la investigación básica?
Las distinguiría en cuatro fundamentales: 1) fuimos pioneros en identificar que el corazón post-natal no es un órgano completamente diferenciado y que la homeostasis cardiaca implica regeneración; 2) aislamiento, detección y caracterización de un nuevo linaje celular en la grasa car- diaca: las cardiac-ATDPC. Se trata de células progenitoras derivadas de la grasa pero con la maquinaria genética predispuesta hacia el cardiomiocito; 3) hemos desarrollado una nueva cirugía basada en la transposición de un pedículo graso a la zona del infarto que permite reducir el tamaño de la cicatriz mediante neoangiogénesis y migración de células progenitoras de la grasa al miocardio isquémico subyacente; y 4) desarrollo de constructos sintéticos de ingeniería tisular o 'bioprotesis miocárdicas'. Estas investigaciones han generado 4 patentes internacionales.
3. ¿Para cuándo cree que podremos tener corazones bioartificiales en la práctica clínica?
Es difícil poner fecha al ‘corazón bioartificial completo’. Es necesario que aprendamos a ensamblar miocardio, válvulas, vasos y electricidad utilizando progenitores externos dentro de la arquitectura hueca de matriz extracelular. Las ‘bioprótesis miocárdicas’ para las zonas dañadas o cubriendo escaras de infarto me parecen una opción más realista a corto plazo. Nuestro grupo, en colaboración con el consorcio europeo RECATABI, está terminando de analizar en el modelo preclínico de oveja el efecto de una bioprótesis sintética rellena de células mesenquimales autólogas. Su evaluación en humanos en ensayos de seguridad y eficacia podría realizarse en meses.
4. ¿Cuáles son los puntos fuertes y los débiles de la investigación cardiovascular en España?
Los principales puntos fuertes son la existencia de instalaciones altamente dotadas para llevar a cabo experimentos complejos y los equipos consolidados que realizan investigación translacional en los hospitales. El principal punto débil es la falta de planificación a medio-largo plazo y la ausencia de la carrera investigadora. Si no solucionamos estos dos aspectos nuestros investigadores más brillantes van a tener que emigrar.
5. ¿Cuáles son sus consejos como experto para los cardiólogos jóvenes que se quieren dedicar a la investigación?
Primero: buscar un tema que les interese y ser los mejores; segundo: establecer alianzas con otros grupos nacionales e internacionales; tercero: conseguir financiación nacional e internacional. Nunca desesperar si nos rechazan un proyecto, habrá otra oportunidad; cuarto: tener imaginación y perseverancia.