Aurelio ha sido un cardiólogo “integral”. Aunque es conocido tanto a nivel nacional como internacional por sus importantes aportaciones en el campo de las arritmias y de la electrofisiología, sus habilidades e intereses abarcaron todos los campos de nuestra especialidad. El trato empático y humano con los pacientes en la consulta ha sido un pilar fundamental de su quehacer diario.
Su contagioso entusiasmo ha sido un motor que ha dinamizado el trabajo diario y los proyectos del Servicio de Cardiología del Hospital General de Valencia desde que compartimos la residencia hasta el momento actual.
Nunca ha habido un obstáculo suficientemente importante para hacerle desistir de un objetivo si lo consideraba importante.
Los que lo conocemos sabemos que ha disfrutado no solo con su profesión sino con todas las actividades y aspectos de la vida social y familiar.
Rafael Payá Serrano. Jefe del Servicio de Cardiología. Consorcio Hospital General Universitario de Valencia.
Es difícil resumir en unas palabras la huella que deja una persona con la que has trabajado y convivido durante largos años en las distintas etapas de la vida personal y profesional.
Aurelio ha sido un cardiólogo “integral”. Aunque es conocido tanto a nivel nacional como internacional por sus importantes aportaciones en el campo de las arritmias y de la electrofisiología, sus habilidades e intereses abarcaron todos los campos de nuestra especialidad. El trato empático y humano con los pacientes en la consulta ha sido un pilar fundamental de su quehacer diario.
Su contagioso entusiasmo ha sido un motor que ha dinamizado el trabajo diario y los proyectos del Servicio de Cardiología del Hospital General de Valencia desde que compartimos la residencia hasta el momento actual.
Nunca ha habido un obstáculo suficientemente importante para hacerle desistir de un objetivo si lo consideraba importante.
La docencia y la investigación, tanto básica como clínica, han sido los otros dos componentes inseparables de su desempeño profesional. En estos dos aspectos ha volcado también su brillantez y entusiasmo. Ha sabido transmitir a futuras generaciones de médicos y cardiólogos (entre los que se encuentran sus dos hijos) sus conocimientos, su actitud vital y su ansia de saber. Durante toda su carrera profesional ha dedicado importantes esfuerzos a la investigación participando y dirigiendo ensayos clínicos, registros de la sección y numerosas tesis doctorales.
Los que lo conocemos sabemos que ha disfrutado no solo con su profesión sino con todas las actividades y aspectos de la vida social y familiar.
Es difícil resumir en unas palabras la huella que deja una persona con la que has trabajado y convivido durante largos años en las distintas etapas de la vida personal y profesional.
Aurelio ha sido un cardiólogo “integral”. Aunque es conocido tanto a nivel nacional como internacional por sus importantes aportaciones en el campo de las arritmias y de la electrofisiología, sus habilidades e intereses abarcaron todos los campos de nuestra especialidad. El trato empático y humano con los pacientes en la consulta ha sido un pilar fundamental de su quehacer diario.
Su contagioso entusiasmo ha sido un motor que ha dinamizado el trabajo diario y los proyectos del Servicio de Cardiología del Hospital General de Valencia desde que compartimos la residencia hasta el momento actual.
Nunca ha habido un obstáculo suficientemente importante para hacerle desistir de un objetivo si lo consideraba importante.
La docencia y la investigación, tanto básica como clínica, han sido los otros dos componentes inseparables de su desempeño profesional. En estos dos aspectos ha volcado también su brillantez y entusiasmo. Ha sabido transmitir a futuras generaciones de médicos y cardiólogos (entre los que se encuentran sus dos hijos) sus conocimientos, su actitud vital y su ansia de saber. Durante toda su carrera profesional ha dedicado importantes esfuerzos a la investigación participando y dirigiendo ensayos clínicos, registros de la sección y numerosas tesis doctorales.
Los que lo conocemos sabemos que ha disfrutado no solo con su profesión sino con todas las actividades y aspectos de la vida social y familiar.
Es difícil resumir en unas palabras la huella que deja una persona con la que has trabajado y convivido durante largos años en las distintas etapas de la vida personal y profesional.
Aurelio ha sido un cardiólogo “integral”. Aunque es conocido tanto a nivel nacional como internacional por sus importantes aportaciones en el campo de las arritmias y de la electrofisiología, sus habilidades e intereses abarcaron todos los campos de nuestra especialidad. El trato empático y humano con los pacientes en la consulta ha sido un pilar fundamental de su quehacer diario.
Su contagioso entusiasmo ha sido un motor que ha dinamizado el trabajo diario y los proyectos del Servicio de Cardiología del Hospital General de Valencia desde que compartimos la residencia hasta el momento actual.
Nunca ha habido un obstáculo suficientemente importante para hacerle desistir de un objetivo si lo consideraba importante.
La docencia y la investigación, tanto básica como clínica, han sido los otros dos componentes inseparables de su desempeño profesional. En estos dos aspectos ha volcado también su brillantez y entusiasmo. Ha sabido transmitir a futuras generaciones de médicos y cardiólogos (entre los que se encuentran sus dos hijos) sus conocimientos, su actitud vital y su ansia de saber. Durante toda su carrera profesional ha dedicado importantes esfuerzos a la investigación participando y dirigiendo ensayos clínicos, registros de la sección y numerosas tesis doctorales.
Los que lo conocemos sabemos que ha disfrutado no solo con su profesión sino con todas las actividades y aspectos de la vida social y familiar.
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